La Universidad del Zulia (LUZ) ha sido una de las instituciones más importantes de Venezuela, reconocida por su excelencia académica y su impacto en la formación de profesionales en diversas áreas. Sin embargo, en los últimos años, la crisis económica y social del país ha afectado gravemente su funcionamiento, generando problemas de infraestructura, falta de recursos y una notable migración de docentes y estudiantes.
Las instalaciones de LUZ han sufrido un deterioro significativo debido a la falta de mantenimiento y presupuesto. Salones sin electricidad, laboratorios con equipos obsoletos y servicios básicos deficientes son parte de la realidad que enfrentan los estudiantes. Además, la inseguridad dentro y fuera del campus ha sido una preocupación constante, con constantes robos y vandalismo en sus instalaciones.
A pesar de estas dificultades, la comunidad universitaria sigue luchando por mantener la calidad educativa. Profesores continúan impartiendo clases con esfuerzo y vocación, mientras que los estudiantes buscan alternativas como el autoaprendizaje y plataformas digitales para complementar su formación. Aunque el panorama es complicado, la Universidad del Zulia sigue siendo un símbolo de resistencia y un pilar en la educación venezolana, con la esperanza de que en el futuro pueda recuperar su prestigio y condiciones óptimas de enseñanza.